La Fundación Manuel Alcántara ha concedido el Primer premio del certamen Literatura en las aulas a la alumna Ksenia Myakisheva de 3º ESO B
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CONÓCETE A TI MISMO
“Conócete a ti mismo” rezaba el oráculo de Delfos. Dicho aforismo incitaba al ser humano a conocer sus límites, sus virtudes, sus defectos, y, por tanto, desde el autoconocimiento poder mejorar, saber hasta dónde podía llegar. Sin embargo, “falséate a ti mismo”, parece ser hoy el día, el método óptimo para llegar a la cúspide de la vida humana. La impostura y la falsificación es la esencia de nuestro estar en el mundo, nuestro paso al “éxito”. Las redes sociales nos incitan a exhibir falsos estados de ánimo (siempre debemos parecer alegres, ridículamente felices, aun cuando nos abata la tristeza o el aburrimiento), a fingir vidas llenas de emociones, experiencias exultantes… y a esconder nuestras miserias y defectos. Nos han dicho que el mundo está hecho para que, por muy insignificantes que seamos, nos convirtamos en los absolutos protagonistas de él, mirándonos siempre el ombligo y alimentando nuestro ego a golpe de “selfie”. En la calle grandes y luminosos anuncios publicitarios nos dictan cómo es la mujer o el hombre ideal a los que nos tenemos que parecer, cómo tenemos que vestir, divertirnos, comer, cuáles son los sitios a los que tenemos que viajar para después saturar de envidia los móviles de todos nuestros conocidos. El televisor, el móvil, el ordenador nos gritan: “¡No te conozcas a ti mismo! Vive sin pensar en eso. Mírate con los ojos de los demás y si no te gusta lo que ellos ven: apúntate a un gimnasio, hazte una cirugía, compra, disfraza, finge.” Y es increíble cómo estamos viviendo una cruel mentira, sucumbidos ante la ignorancia, solo para conseguir una mera pizca de atención. Pero ¿y si algún día, en el silencio de la soledad nos da por mirar dentro del envoltorio en el que nos hemos convertido y vemos que está vacío?