Hay golpes en la vida, tan fuertes... Así comienza un poema que César Vallejo escribe con sólo 25 años sobre cómo azotan al hombre las grandes catástrofes y que publicaría en su libro más querido Los heraldos negros.
Os invito a leerlo
"Los heraldos negros"
Hay golpes en la vida, tan fuertes… ¡Yo no sé!Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,la resaca de todo lo sufridose empozara en el alma… ¡Yo no sé!
Son pocos; pero son… Abren zanjas oscurasen el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas;o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del almade alguna fe adorable que el Destino blasfema.Esos golpes sangrientos son las crepitacionesde algún pan que en la puerta del horno se nos quema.
Y el hombre… Pobre… ¡pobre! Vuelve los ojos, comocuando por sobre el hombro nos llama una palmada;vuelve los ojos locos, y todo lo vividose empoza, como charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes… ¡Yo no sé!
César Vallejo, 1918
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